La piazza del Duomo, es la más característica de la ciudad, nadie puede irse de Florencia sin primero haberse quedado sin palabras ante esa obra arquitectónica que es la Catedral de Santa Maria del Fiore. Fue construída en el Renacimiento por varios arquitectos, entre ellos el diseñador de la impresionante cúpula, el famoso Filippo Brunelleschi. La altura, definitivamente, es algo que no te esperas cuando ves fotografías de la plaza. Solo cuando llegas te das cuenta de que sacar una foto en la que se vea todo el edificio es casi misión imposible.
Eso sí, el interior poco tiene que ver con lo que se ve por fuera. La oscuridad domina en un espacio demasiado amplio y demasiado vacío al que, además, es imposible entrar con pantalones por encima de la rodilla y/o los hombros descubiertos, se debe pagar un precio de unos 2 euros por una tela con un agujero en medio para meter la cabeza que, si eres un poco alto, no te llegara ni a cubrir la rodilla pero ya se sabe, habiendo pagado...
Por otra parte, está el bellísimo Ponte Vecchio, o el "puente del oro" llamado así porque esta enteramente ocupado por joyerías. Atraviesa el rio Arno y su nombre es mundialmente conocido. Para mi, que me gusta sacar fotos, es un sitio precioso para retratar, pues mires donde mires hay un fondo espectacular.
Estas son las maravillosas vistas que se alcanzan a ver desde el puente. Debo confirmar que la foto la saqué yo con el movil, y es que a pesar de no saber nada de fotografía, la ciudad en si se presta a ser una modelo perfecta que destaca por si sola. Ahora os presento por fin a mi familia, nada mejor que este fondo para introducirla!
Como ninguna experiencia puede ser del todo perfecta, siempre hay algo menos bueno que comentar. Lo único que debo advertir sobre este sitio (que en realidad es uno de mis favoritos) es que nunca tomeis un helado ahí sin preguntar antes cuánto cuesta, a no ser que no os importe derrochar el dinero porque, por muy buenos que estén (porque de verdad que lo estaban) y por muy grandes que sean, los 30 euros que tuvimos que pagar por 3 helados (porque en un descuido nos olvidamos de pregutar el precio con antelación) nos parecieron un precio exagerado.
Entre el puente y la catedral de los que he hablado, se encuentra la Piazza de la Signoria, el sitio con más vida de la ciudad. Repleta de arte, esta plaza en forma de "L", nos muestra el gran talento de los escultores italianos de la época del Renacimiento.
Una de las copias del David de Miguel Ángel, (la escultura original se encuentra en la Galería Ufizzi, también en Florencia) adorna la entrada del Palazzo Vecchio, el edificio mas característico de la plaza.
El tesoro artístico de la ciudad se concentra aquí y la fuente de Neptuno, el Rapto de las Sabinas, Perseo con la cabeza de Medusa, la estatua ecuestre de Cosme y muchas más esculturas, se encuentran reunidas allí para hacerlo patente. Cabe destacar que, aunque yo no tuve la oportunidad de comprobarlo, dicen que por las noches es cuando mejor se puede apreciar la plaza y cuando más vida tiene.
Todo lo contado sobre esta ciudad, no se acerca ni un poco a la grandeza que realmente posee. Resulta imposible explicar el sentimiento y la cultura que transmiten sus calles, así como enumerar todos los sitios que uno no debería pederse en una visita a este lugar. Podría tratar de seguir explicando con palabras las sensaciones que provocan estos sitios, pero como he dicho, Florencia es una ciudad que solo se descubre estando allí...