miércoles, 7 de diciembre de 2016

VENECIA pasada por agua

Venecia es simplemente precioso. Yo ya había estado ahí en una ocasión anterior en la que pude apreciar esta ciudad en todo su esplendor. Desgraciadamente, esta vez la intensísima lluvia nos dificultó verla con tranquilidad. Tuvimos que comprar chubasqueros y paraguas para los cinco porque aquel -casi- diluvio no nos daba ni siquiera una pequeña tregua. Sin embargo, aún cuando acabamos empapados, puedo decir que Venecia desprende encanto y romanticismo.


La plaza San Marcos fue lo primero que vimos al terminar nuestro largo viaje en el vaporetto (demasiado caro debo decir). Lo primero que me llamó la atención fue la amplitud de la plaza pues por muy lleno de turistas que se encuentre puedes moverte con relativa facilidad en comparación a otros sitios turísticos. La gran cantidad de palomas y su costumbre de andar entre miles de turistas al día, es uno de los atractivos más divertidos de la plaza y, aunque esta vez no pude verlas debido a que la lluvia no les permitía estar al aire libre, la ocasión anterior pude apreciarlas, darles de comer y algunas incluso se me posaron en los hombros y brazos.



Lo mejor que se puede hacer en Venecia, en mi opinión, es simplemente perderse entre las callejuelas e ir curioseando los pequeños comercios. Todas y cada una de ellas tienen algo especial, y ver el agua corriendo entre calle y calle es irrepetible y único. 
Las máscaras venecianas tan típicas, decoran la mayoría de las tiendas del lugar. Los precios varían mucho dependiendo del tamaño, el material y el sitio en el que se quiera comprar pero las buenas rondan los 80€. Hablando de precios, el de los paseos en góndola es también impactante ya que ninguno baja de 85€ y puede llegar a ser de 120€. Yo, por cuestiones económicas, claro está, no pude disfrutar de un paseo en este famoso medio de transporte veneciano, pero se ven pasar las góndolas a todas horas y por todas partes, y la verdad es que es un lujo.




En general, creo que nadie que haya estado allí puede decir que Venecia es una ciudad fea, todo lo contrario. La única pega que se le puede sacar es que es bastante cara, menos mal que yendo desde Donosti es un poco más fácil de asimilar porque los precios altos es algo a lo que estamos, por desgracia, acostumbrados. Lo que puedo recomendar es que si tenéis pensado ir, mirad el tiempo antes, porque ver Venecia con lluvia vale la pena, pero con sol y calor de verano es perfecto!


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